[COCO TEEN BLOG]

jueves, 24 de noviembre de 2011

Las personas van y vienen.
Vienen para quedarse, para ilusionarte, para sentirte, para quererte, para despreciarte o hacerte la vida imposible, para acompañarte, para compartir contigo...y también para hacerte ver la realidad tal cual es, aunque a ti no te lo parezca.



Lo malo es que cuando tenemos algo bueno en nuestras manos o a alguien que verdaderamente merece la pena, no sabemos verlo, y entonces se cumple lo conocido por todos, eso de que no sabes el valor que tiene algo hasta que lo pierdes.



Tú viniste para cambiar mi vida, para hacerme volver al mundo real, para cambiar mi visión a mi alrededor, para protegerme de lo que era evidente me iba a pasar si te rechazaba, en una palabra, viniste para cambiar mi vida a mejor, pero yo...no supe verlo.


Las personas van y vienen.
Se van cuando deciden odiarte, o cuando tú les obligas a eso.
Yo no supe apreciarte y te obligué.
Y ahora hoy, desde aquí, me he dado cuenta de la inmensa razón que tenías, y aunque tú no leas esto, nadie lo va a cambiar porque acabo de entender la realidad que me pusiste delante de mis narices.
Si tuviera un deseo, sólo uno, elegiría retroceder en el tiempo hasta aquella bonita mañana.
Que mi vida empezara desde ahí, para hacerlo más fácil.
Saber darte lo que merecías y lo demás no sé...ya lo decidiría el tiempo.
Pero si puedo decirte una verdad, es la siguiente: nadie me ha abierto tanto los ojos como tú.

No hay comentarios: