Mi ejemplo a seguir.

Parece mentira cómo pasa el tiempo, y con él esos viajes de vuelta...Son increíbles las ironías que tiene la vida, porque desde luego tú eres el claro ejemplo de eso que dicen de que los amigos no se eligen, vienen sin más. Y es que quién me iba a decir a mí por aquel entonces que te iba a dedicar esta entrada...Pues sí, te la dedico, y por muchas razones. Entre ellas porque tú has despertado en mí ese sentido de la amistad que ya tenía olvidado, porque es algo que no he conocido nunca.
Eres una persona sincera, auténtica y transparente, y con la que se puede hablar de todo. Si te digo la verdad eres la única persona que se ha parado a conocerme y a aceptarme tal como soy, que no es poco...
Y ahora que te vas, te tengo que decir cuatro cositas:
-Que te voy a echar mucho de menos
-Que nos quedan muchas tardes de compras por hacer
-Que aquí tienes a una amiga que no te va a olvidar
-Y que personas como tú ya no se encuentran, porque la amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas.
Espero que no cambies nunca...Un besazo.