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Cuando el mundo se vuelve en contra de ti, no tienes nada que hacer, lo tengo comprobado.
Vete ya por donde viniste o quédate conforme lo hiciste, pero no me marees. No hagas que te odie a ti también, por favor. Que son muchas ya, que ya no sé ni de dónde me vienen. Espantar moscas continuamente cansa...me mosquea. Nunca mejor dicho. Todavía me quedan flechas con veneno, pero no quiero gastarlas contigo. No, porque te quiero, lo reconozco. Es una pena pero sí, así es y así  lo he dicho. Lo he admitido.Y como se te ocurra aprovecharte de ello...No sé ni lo que te hago, está por inventar. Pero te va a doler. ¿Te ha quedado claro?